El macrismo se apresta al saqueo silenciando medios, echando periodistas, limitando la protesta social, ignorando el poder legislativo, blindándose judicialmente.
Mientras tanto, los argentinos nos aprestamos a vivir un nuevo saqueo, gestionado por los legítimos herederos del menemismo y el delarruismo, y con la complicidad activa y pasiva del 50% de su población (como entonces).
Nos toca vivir otra vez el silencio cómplice de quienes lo votaron, quienes acompañaron la estigmatización, quienes injuriaron, quienes convirtieron, otra vez, un gobierno popular en objeto de su furia y su ignorancia.
¿Nos tocará otra vez salir a la calle, volver a ser agredidos, silenciados, desaparecidos?
Como señalaron sin vergüenza la vicepresidenta Michetti, y la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, no les temblará la mano a la hora de reprimir. Volverán a pegar cuantas veces sean necesarias, para escarmentar, para disciplinar, para facilitar el proceso de restauración oligárquica en Argentina.
Son la derecha roñosa e inescrupulosa de siempre. Son los que legitimaron la dictadura, los que hoy explican con circunloquios los desaparecidos, las apropiaciones ilegitimas, las torturas y los vuelos de la muerte. Los que se complacen coqueteando con aquellos que hundieron una generación en la miseria, provocada por su ambiciosa barbarie. Los que se persignan con las manos ensangrentadas. Los que hablan de amor cínicamente. Los que prometen con una mano a los desheredados, un futuro que les robarán con la otra.
Los apoyan los mismos jueces que cajonearon habeas corpus durante la dictadura, son el partido judicial de siempre, los mismos apellidos, las mismas complicidades, el mismo secretísimo.
Son los mismos que festejaron la multiplicación de sus riquezas mientras en Argentina llorábamos los muertos durante el 2001. Los que se cagan en los negros, los que reniegan de nuestra estirpe mestiza y les asalta la arrogancia de su blancura imaginaria.
Son ellos, los que siempre te despreciaron, y vienen a por vos.
Primero te convencieron con el mismo discurso travestido y orweliano con el cual viajan por el mundo otros como ellos, esclavizando gente, hambreándolas y matándolas para conservar un lugar entre las élites.
Ellos, los que desinforman, los que censuran masivamente, los que llenan de insatisfacción y odio cada día de tus días.
Después, con tu voto, lograron lo que más querían, unir a sus fuerzas corporativas la administración de tu Estado, con el cual ensancharán la diferencia que te esclaviza.
¿Qué vas a hacer, pibe? ¿Te vas a quedar sentado mirando TN mientras te joden tu futuro como jodieron el futuro de tus padres?
¿Te vas a quedar sentado mirando cómo se roban tu país, tu petróleo, tu línea de bandera, tu ciencia y tu tecnología, tu lugar en el mundo?
En España, el 60% de los jóvenes están desempleados, y el otro 40% está precarizado, vive con los llamados «contratos basura». Esos serán los contratos que tendrás pronto: con flexibilización laboral complementaria, para echarte en cuanto abras la boca, para hacerte competir con tus pares. Para hacerte odiar a inmigrantes de todas las latitudes, para hacerte xenófobo, racista, idiota. Todo a cuenta de su beneficio. Y, claro, «si se puede»: ellos pueden gracias a vos.
¿Sabés quién ha estado gobernando en España, estigmatizando la protesta social, privatizando los bienes públicos, sometiendo a la población a la disciplina mediática concertada, censurando a los movimientos progresistas y escrachando sistemáticamente a los líderes rebeldes como «radicales» mientras habla de unidad y respeto a las instituciones?
Te cuento: los socios de Mauricio Macri. Si, los socios de Mauricio Macri, el Partido Popular, que pertenece al bloque del Partido Popular Europeo, el mismo que se pasa por el forro de las pelotas a millones de refugiados, a los inmigrantes, el que no es capaz de dotar con un salario mínimo a su población, el que promete en breve quedarse con sus pensiones, el que ha puesto en venta la educación pública, el que forzó a Grecia a aceptar un acuerdo ominoso, el que tiene centenares de funcionarios imputados por corrupción, el que llena las juntas de administración de las grandes multinacionales y los directorios de los organismos internacionales como el FMI, el que promueve guerras, asesinatos selectivos y acepta sin chistar las políticas represivas de sus socios en el sur de Europa. El Partido Popular Europeo que negocia el futuro de Europa secretamente, el que vende la soberanía a las Corporaciones a las que sirve, el que ha entregado el futuro del continente a un Tratado de Libre Comercio que dejará desprotegidos jurídica y judicialmente a los trabajadores de toda Europa. ¿Te suena?
Por eso te digo: si querés saber lo que te espera, ahí tenés un espejo donde mirarte.
Si crees que tipos como Aguad o como Patricia Bullrich van a defender tus derechos laborales y tu libertad de expresión, sos un gil. Ellos están allí para defender a la patronal, a las corporaciones, a sus amos.
Si crees que a tipos que vienen de Techint, de LAN, de Monsanto, de Shell, del HBSC van a defender tus derechos humanos, sos un ignorante. Ahora son tus ministros. ¿Qué te parece?
Todos estos tipos trabajaron (y aun trabajan, te lo aseguro) para corporaciones que han sido acusadas sistemáticamente por las más flagrantes violaciones a los derechos fundamentales. Son los capataces de un sistema corrupto que fuimos capaces de contener de manera reducida y fugaz en nuestra patria durante unos pocos años.
Logramos cosas importantes, aunque endebles y limitadas, pero que hacen una diferencia en la vida de la gente.
No preguntes ya por tus derechos, porque están confiscados o condicionalmente vigentes. Es lo que querías, ¿no es cierto?